Orquidaceae es probablemente la familia más amplia de plantas con flor.
Se estima que deben haber alrededor de 30000 especies en el mundo, adaptadas
a los más diversos hábitats, desde orquídeas litofitas que crecen en piedras, orquídeas subterráneas de Australia
que sólo ven el sol cuando florece (Rhizanthella gardneri),
pasando por epifitas (que crecen sobre lo árboles), orquídeas
de flores tan pequeñas que miden sólo milímetros (Platystele
stenostachya), hasta enormes plantas con cañas de 3 a 4 metros,
que producen decenas de flores por cada planta (Sobralia dichotoma) que podemos apreciar en el parque Nacional de Machu Picchu.
Las orquídeas están
sólo ausentes en la Antártida y en los más áridos
desiertos de la tierra. Así se pueden encontrar orquídeas
en los bosques húmedos de Sudamérica, en los Himalayas, en
las tundras, lo Andes, los pantanos de Florida, Canadá, Europa,
etc.
Aunque parezca extraño,
la palabra orquídea deriva del griego orchis que significa
testículo, y se nombró así a esta familia debido a
una primera planta descrita que posee una raiz con tuberoides.
Desde que se generó
el primer híbrido de orquídeas en 1856 se estima que el número
de híbridos registrado se acerca a cien mil.
Las orquídeas se dan
prácticamente en todos las formas, colores y aromas, dependiendo
de la estrategia que utilice la planta para reproducirse. Las orquídeas
están entre las más evolucionadas de las monocotiledóneas
siendo particularmente astutas para reproducirse, recoger agua y alimentos
y conservarlos. Es particularmnete interesante la simbiosis que sea realiza
con ciertas especies de hongos (micorhizas) en las raíces gracias
a los cuales la planta se alimenta.
Pocos
saben por ejemplo, que la vainilla es una orquídea.
La "historia oficial" de
las orquídeas, o más bien su reconocimiento público
mundial se dio en 1818 por pura casualidad. En esta epoca, la Inglaterra
victoriana contaba con exploradores en las más diversas regiones
del planeta. Así fue que un explorador llamado Swainson, que recolectaba
musgos y líquenes en Sudamerica para un horticultor llamado William
Cattley, usaba los pseudobulbos y las hojas carnosas de plantas que crecían
en la selva amazónica para afianzar los empaques de musgo, sin saber
que en realidad estaba por despertar la fascinación del mundo por
esta generosa familia de plantas. Ya en Inglaterra, los pseudobulbos dieron
hermosas flores color lavanda y el horticultor pasó a la posteridad
al incorporar su nombre al de esta hermosa especie, la Cattleya.
Sin embargo es poco conocido
que treinta años antes, Don Hipólito Ruiz y José Pavón,
botánicoss españoles encargados por el rey Carlos III de
España, describieron más de 600 orquídeas en el Perú
en un viaje exploratorio que tomó 11 años (1777-1788).
Se generó un delirio
mundial por las orquídeas, lo que ha sido bueno y malo para ellas.
Lo bueno es que esta pasión ha permitido conservar plantas ya extintas
en su hábitat natural o cuyos hábitats están desapareciendo
. Lo malo es que hábitats completos fueron depredados y luego incendiados
por los propios coleccionistas sólo para poder contar en sus colecciones
con las últimas sobrevivientes de una especie "extinguida" y poderlas
vender luego a precios exhorbitantes.
Hoy la
orquídea es la planta con más coleccionistas del mundo, reunidos
en sociedades y clubes, las orquídeas siguen apasionando a la humanidad.
¿Qué
es una orquídea?
Aunque parezca extraño,
los taxonomistas se ven en serios problemas conforme nueva información
genética sale a la luz y nuevas especies son descubiertas. Algunos
consideran a las más primitivas orquídeas Apostasia y Neuwiedia en una familia nueva. Es muy difícil definir los límites
de una familia tan amplia y diversa.
Las orchideas se distinguen
de otras familias de plantas por una combinación de características
florales en lugar de hacerlo por una única característica
común al grupo. Las flores se dan en agrupamientos llamados pedúnculos
que rotan 180° de modo que la flor madura crezca de forma invertida.
De los tres sépalos de la flor (verticilos florales externos) y
los tres pétalos (verticilos florales internos), todos los sépalos
y los dos pétalos laterales son usualmente similares entre sí
en forma y color. El pétalo restante es llamado el labio o labelo,
siendo usualmente más grande y distinto en forma y color siendo
frecuentemente lobulado o en forma de copa. El labelo actúa frecuentemente
como "pista de aterrizaje" para el polinizador atrayéndolo mediante
patrones de color y formas variadas.
Los polinizadores van desde
pequeños mosquitos pasando por moscas, polillas, abejas y abejorros
hasta pequeñas aves como los picaflores. Muchas orquídeas
se han especializado para ser polinizadas por un único polinizador.
Sin embargo, la particularidad
más reconocida de las orquídeas y que las diferencia del
resto de plantas con flor es la fusión de la parte masculina de
la planta (estámen) y la parte femenina (pistilo). La columna se
encuentra opuesta la labelo.
En la mayoría de orquídeas
existe sólo una antera (estructura para la producción de
pólen) aunque en algunas se pueden encontrar dos. El polen no es
granular como en la mayoría de otras plantas si no más bien
de agregado en masas o sacos que varían en textura según
el género. Tres lóbulos estigmáticos (áreas
receptivas de polen) están usualmente presentes cerca de la antera
aunque sólo dos suelen estar operativos. El ovario se encuentra
debajo de las otras partes de la planta y cubierto por tejido peduncular.
El ovario contiene numerosos óvulos que madurarán en semillas
muy pequeñas on un sólo embrión indiferenciado. Las
semillas se producen en cápsulas pudiéndo cada cápsula
producir hasta dos millones de semillas. Estas no cuentan con ningún
mecanismos de almacenamiento de alimento por lo cual la mayoría
morirá.
Hibridación
de las orquídeas
En estado
salvaje, las orquídeas rara vez generan híbridos naturales
ya que la integridad de las plantas se mantiene principalmente por barreras
naturales como la época de floración, la morfología
de las flores, efectos visuales y aromáticos para atraer polinizadores
además de por supuesto, la incompatibilidad genética entre
las especies.
Si estas barreras o mecanismos
son superados (como en el cultivo que se da en un invernadero) es posible
que se generen híbridos con facilidad. Es muy fácil lograr
híbridos entre especies de un mismo género, especies de distintos
géneros pero la misma subtribu y con menos frecuencia entre especies
de distintas subtribus pero de la misma tribu.
El primer híbrido
de orquídeas en florecer fue logrado en 1856, Calanthe Dominyi
(furcata x masuca) un cruce efectuado por John Dominy. A través
de la primera mitad del siglo XIX se produjeron pocos híbridos de
orquídeas principalmente por el desconocimiento de los cultivadores
de la íntima relación que existe entre la germinación
de las semillas de orquídeas y el hongo micorhiza. Fue recién
a principios del siglo XX que el francés Noel Bernard descubrió
este fenómeno. Fue luego el alemán Hans Burgeff quien demostró
que las semillas de orquídeas germinaban en Agar de laboratorio
en la presencia del hongo mi corhiza. Finalmente en 1922, el norteamericano
Lewis Knudson demostró que las semillas de orquídeas podían
germinar en Agar prescindiendo de los hongos siempre que se agregara a
la mezcla los azúcares y nutrientes minerales que normalmente le
proveía el hongo a la planta.
Los primeros híbridos
fueron intragenéricos de modo que se mantenía el nombre del
género y se asignaba un nuevo nombre seguido sin itálicas
como el caso anterior Calanthe Dominyi. Luego otros cruces intergenéricos
generaron nombres como Catamodes (Catasetum x Mormodes), Laeliocattleya (Laelia x Cattleya), etc. Para complicar aun más la cosa
estos cruces fueron a su vez cruzados con otras especies generándose
así híbridos como Brassiolaeliocattleya (Brassavola
x Laeliocattleya), abreviada como BLC.
Cuando se introdujeron aun
más géneros fue necesario crear una nueva metodología
para nombrar orquídeas, de este modo se creó la terminación
-ara. La lista completa de híbridos de orquídeas registradas
la mantiene la Royal
Horticultural Society.